Nuestro seguro contempla gastos veterinarios, cobertura de viajes o reclamaciones de terceros.
Tener una mascota es una responsabilidad, y en algunas ocasiones esta responsabilidad requiere de una protección que con un seguro quedaría garantizada. Algunos casos que quedarían protegidos con un buen seguro de mascotas serian:
Asistencia veterinaria: tendríamos cubiertos los principales incidentes que puedan sucederle a tu mascota como los gastos veterinarios, ya sea en centros concertados o de libre elección, a consecuencia de cualquier accidente: atropellos, peleas con otro animal, traumatismos, accidentes de circulación, ingestión de cuerpos extraños…
Hospitalización canina o felina: Gastos de residencia por hospitalización, ya sea en centros concertados o de libre elección, gastos de transporte para tratamientos especializados del animal, además del sacrificio e incineración por vejez.
Cobertura de viajes: Opcionalmente se puede contratar también una cobertura que incluya los gastos derivados de la cancelación total o parcial de las vacaciones como consecuencia de una enfermedad o del robo o extravío de la mascota.
Servicio de localización por pérdida: en el caso de que el animal se extraviara.
Y si la mascota es considerada peligrosa (PPP) debemos asegurarlos para cumplir la legislación vigente con un seguro de responsabilidad civil.
Las razas catalogadas como potencialmente peligrosas son las siguientes: Pitbull, Bulterrier, Rottweiler, Dogo, Bóxer, Bullmastiff, Dóberman, Mastín Napolitano y Presa Canario.
Contratando un seguro para nuestra mascota cumpliremos con la ley y nos evitaremos problemas, ya que la cobertura de responsabilidad civil nos protege ante cualquier reclamación de terceros.
Según el tipo de animal optaremos por un seguro de mascotas u otro, los más usuales son: Perros, gatos, caballos o animales exóticos.
Cualquier responsabilidad conlleva riesgos y lo más sensato es preverlos. Una solución sería pedir el consejo independiente de Quality Brokers.