Una correduría es un intermediario, o grupo de intermediarios, que pone su experiencia a favor del cliente. El corredor no trabaja para una sola compañía, ese es el sentido de esta figura clave en el mundo de los seguros.
Las tres diferencias entre una compañía de seguros y una correduría de seguros son:
1.- LA INDEPENDENCIA
Las corredurias trabajan como mediadores, se encargan de buscar entre todas las compañías la cobertura que mejor puede satisfacer las necesidades de sus clientes, asesora independientemente de cualquier marca.
2.- LA CLARIDAD
Una cosa lleva a la otra, el corredor de seguros busca la mejor solución en el mundo de los seguros, por ello tiene un experiencia que le permite gestionar tus contratos, tu representación ante la aseguradora en los trámites para la emisión, notificación o cancelación de pólizas, y también, ante cualquier eventualidad que pueda surgir: siniestros, renegociación de primas…
3.- LA CONFIANZA
Se trata de una profesión reglamentada por la ley, que requiere una formación específica y unas garantías financieras.

Una correduría es un mediador ante el cliente
A la larga contratar una correduría tiene ventajas económicas tangibles.