Los seguros de Hogar incluyen diferentes garantías que protegen nuestro domicilio desde todos los puntos de vista. Se agrupan generalmente en tres partes: Contenido, que son los muebles, electrodomésticos, joyas, y todo aquello que tengamos dentro de la casa; el Continente, que asegura la estructura y construcción de la vivienda, y la Responsabilidad Civil, que nos protege por posibles daños a terceros.
La gran mayoría de los seguros incluye una amplia variedad de coberturas, por eso se les denomina Multirriesgos. Por ejemplo, en el caso de Contenido y Continente queda asegurado:
- Daños por incendio, humo o explosión.
- Daños por agua, como filtraciones a través de tejados, rotura de tubería, azoteas, terrazas, inundaciones a los vecinos por grifos abiertos, etc.
- Daños por fenómenos meteorológicos como nieve o granizo;
- Caída de un rayo
- Daños por actos vandálicos o malintencionados.
- Robo, expoliación y hurto de mobiliario, dinero en efectivo o joyas
- Atraco fuera del domicilio.
- Cambio de cerraduras por robo o hurto y reposición de llaves.
- Indemnización por el uso fraudulento de tarjetas de crédito que hayan sido robadas o sustraídas en un atraco.
- Daños eléctricos, por subidas de tensión e indemnización por daños en alimentos que se encontraban en frigoríficos o congeladores como consecuencia de la falta del suministro.
- Rotura de espejos, cristales, aparatos sanitarios o placas vitrocerámicas.
Además, la mayor parte de los seguros de Multirriesgo Hogar incluyen Asistencia en el Hogar las 24 horas, e incluso algunos, atención médica de urgencias.
En los últimos años, también se han incorporado nuevas coberturas, que pueden ser opcionales en la contratación, como servicios de “manitas”, asistencia informática, reparación de electródomesticos, aparatos de tv, audio y video, y de calderas.
En el caso de la Responsabilidad Civil, nos protege contra denuncias de terceros y nos facilita defensa jurídica.