Comprar un coche siempre es un motivo de alegría. De hecho, después de la adquisición de una vivienda, se trata, posiblemente, del segundo gasto más importante que tiene que realizar una familia. Pero recuerda que, de acuerdo al Real Decreto Legislativo 8/2004, de 29 de octubre, todo propietario de un vehículo a motor cuyo estacionamiento habitual esté en España tiene la obligación de estar asegurado.
La póliza de Auto más básica admitida por la legislación para poder circular por la vía pública sin ser sancionado cubre la responsabilidad civil del conductor, de modo que permite hacer frente a posibles daños y lesiones ocasionados a un tercero como consecuencia del uso del vehículo (en ningún caso reparará el automóvil del conductor ni le permitirá recibir una indemnización por los daños personales que haya podido sufrir). Este seguro se conoce más coloquialmente como seguro a Terceros y, con carácter general, está recomendado para coches que tienen ya una antigüedad media o alta y en donde no compensa realizar un desembolso elevado para estar cubiertos.
En el mercado español, se comercializa un amplio abanico de seguros de Auto, que intentan adaptarse lo mejor posible a las necesidades de cada cliente, ya que algunos usan el vehículo todos los días mientras que otros apenas lo utilizan; unos adquieren modelos de alta gama y otros modelos en serie adaptados a la ciudad,… Por ello, además del seguro a Terceros, cabe destacar otras clases de pólizas de Auto, como, por ejemplo:
- Seguro a Terceros Ampliado, que extiende el abanico de servicios, pudiendo incluir la rotura de lunas, el robo del vehículo, la representación jurídica en caso de siniestro, o los daños personales del conductor por accidente.
- Seguro a Todo Riesgo sin Franquicia. Es la póliza más completa que existe, incluyendo, además de todas las coberturas de un seguro a Terceros Ampliado, otras como la asistencia en viaje, un seguro de accidentes para el conductor, un coche de sustitución o, incluso, abonar el coste del curso para la recuperación de puntos del carné de conducir.
- Seguro a Todo Riesgo con Franquicia. Es, básicamente, la misma póliza que la de Todo Riesgo sin Franquicia, solo que varía si el conductor tiene un accidente y no hay otra persona culpable del siniestro, ya que la aseguradora abonará parte de la reparación de tu coche, en este caso, el importe que haya elegido como franquicia. Tanto esta póliza como la anterior son las adecuadas para cuando se compra un automóvil nuevo, en especial, si se trata de uno de gama media o alta.
En cualquier caso, lo más conveniente antes de contratar una póliza de estas características es recurrir al asesoramiento profesional que te puede brindar un corredor, ya que existen muchas variables que conviene analizar, como tu historial como conductor, las garantías que quieres incluir para tu mayor tranquilidad o el tipo de vehículo que has adquirido y que vas a conducir. Y, por supuesto, quizá la más importante de todas: el precio.
Sobre estos y otros seguros, no dudes en informarte a través de tu corredor de confianza Quality Brokers.