Según el Código Civil, todos los ciudadanos tenemos como obligación la responsabilidad civil de reparar posibles daños que causemos a un tercero por algo que hayamos hecho o dejado de hacer, siempre que seamos culpables de ello, por ejemplo, debido a una negligencia. En el caso de nuestro trabajo, es posible que mientras realicemos una actividad provoquemos un perjuicio a alguien. Es en estas ocasiones en las que entra en juego la responsabilidad civil profesional que, mediante un sistema de compensaciones económicas, intenta reparar el daño que se puede provocar a terceros.
Los profesionales que deseen estar cubiertos en el ejercicio de su trabajo pueden contratar un seguro de Responsabilidad Civil Profesional (RCP), que responde ante posibles daños personales o materiales, ya que la aseguradora asume el pago o la reparación del perjuicio a un tercero. De esta manera, el profesional, sea autónomo, empresario o trabajador por cuenta ajena, está plenamente protegido, evitando tener que responder con su propio patrimonio ante un error en el desempeño de su actividad.
Cualquier profesional independiente, con independencia del segmento en el que opere, debería contar con una póliza de RCP, si bien existen algunos colectivos en los que es obligatoria contar con una, como, por ejemplo, los agentes financieros, los abogados, los asesores fiscales, los médicos, los dueños de negocios abiertos al público o los arquitectos. Este tipo de actividades comparten el hecho de que de los errores en las decisiones que tomen los profesionales pueden derivarse importantes daños a terceros.
Contar con un seguro de RCP aporta un importante abanico de ventajas para los trabajadores, como garantizar su tranquilidad económica ante potenciales reclamaciones de terceros, cumplir adecuadamente con la legislación y estar preparado ante un futuro endurecimiento normativo, aportar una mayor confianza a los clientes y a los consumidores, o saber que, llegado el caso, se podrá disponer de una defensa jurídica adecuada para evitar en la medida de lo posible un perjuicio personal.
Si quiere conocer cómo asegurar su responsabilidad civil consulte con su correduría Quality Brokers, donde le facilitarán toda la información.